miércoles, 1 de agosto de 2012

Editorial del Mes

¿Felices Fiestas Patrias?

Julio es el mes de la Patria. La declaratoria de independencia del Generalísimo Don José de San Martín vibra con el mismo o mayor fervor que aquel 28 de julio de 1821, aunque valgan verdades quizá muchas de las expectativas de ese entonces sean las mismas que las de hoy, no obstante, constituye un excelente momento para reafirmar nuestro amor por el Perú y reflexionar sobre la forma en que como Estado pretendemos avanzar y de las necesidades que como Nación aún sentimos insatisfechas.

Esta conmemoración coincide con el primer aniversario de la administración Humala y curiosamente con la juramentación de su tercer gabinete, hecho que el país reclamaba debido a la reconocida torpeza del ala “dura” del nacionalismo ollantista que encabezaba el saliente Primer Ministro Oscar Valdés, y que ahora ha reemplazado el rostro por un joven político de mayor manejo de todo tipo de lenguajes, especialmente los gestuales y los que gustan a la platea, pero que a entender de la mayoría, no constituyen ninguna garantía de éxito.

Juan Jiménez Mayor es un Ministro “confrontacional”, que a decir de los analistas no es la figura ideal para terminar con la agitación social que sacude al Perú, que tiene su epicentro en Conga, debido a la testarudez de un régimen que no quiere escuchar el sentir de los cajamarquinos, a despecho de las poses de su radicalizado presidente regional, Gregorio Santos. Los seis cambios ministeriales han dejado en claro que la derechización del gobierno no sólo se mantiene sino que se acentúa.

Se requería, considerábamos, un Presidente del Consejo de Ministros, más concertador y que desde una posición de centroizquierda garantizará el equilibrio político y una administración que represente a todos los peruanos que en su gran mayoría no se sienten de izquierda ni de derecha, sino que recogen lo mejor de ambas posiciones, para ubicarse en el centro que no cree en los cantos de sirena del “rojismo tradicional” y que se espanta por el liberalismo a ultranza que no mide impactos sociales.

Sin embargo, los cambios ya están hechos, solamente queda esperar que el nuevo gabinete esté a la altura de las circunstancias y que nuestros temores sean literalmente barridos por las acciones que la población reclama. Ahora la esperanza está en que el Presidente Humala brinde el mensaje que sin triunfalismos lleve al país a superar esta hora de convulsión que se convierte en el caldo de cultivo ideal para que los extremistas todo pelaje aniden sus odios y resentimientos.

Confiamos que el Señor le dé la sabiduría necesaria para que la prudencia respalde la madurez de sus actos, anhelando también que la divina providencia ponga en nuestros corazones y mentes el rumbo que nos corresponde seguir. ¡Felices Fiestas Patrias. Que Dios los bendiga!.

Miguel Calderón

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